Beber el zumo de tu dulce voz, renovando alegrías y espantando tristezas. Admirar cada resquicio de tu ser , desde la piel que se combina con tu alma de mujer de morena magia…hasta el corazón más hermoso en su sabia y savia esencia…

Esperarte siempre, como cada día, como cada noche, en un recuento de historias, leyendo jeroglíficos desde nuestros cuerpos…redescubriendo pasadizos y lenguajes secretos…. fundirnos la piel en un para siempre…volver a la raíz…al polvo de las cosas en ese beso de perfumado aliento…hay amor…ay amor…no se cuantifica este loco deseo…

Entre luces y sombras, perdiéndonos o reencontrándonos en ese laberinto del juego, entrelazados los brazos y las piernas, las manos inquietas anuncian su paz mientras estiran suavemente las sábanas hasta tus hombros…hace frío y dormiremos la siesta juntos…luego de dulcemente recobrarnos en cada caricia, en el espectáculo de los temblores en sueños despiertos…

Respirándote, aspirándote, inhalándote y exhalándote, la adicción se torna poderosa y fuerte, y luego está el sentirte en ese abrazo de magnitud insondable, de esfera cálida, en un mismo ansiado universo salvaje y cómplice…

Sur…norte…gemir o callar…onomatopeyas del silencio y dejarlo ser…recordar…atesorar fotografías de la mente desde otros espejos, capturar instantes de un beso y una mirada desde el otro lado, aquel en donde nos seguimos mirando más hechizados, más revelados en el sublime latido de corazones encantados. Rodear el encanto, exasperarlo, recubrirlo, reacomodarlo, atesorarlo , un te amo dicho con los ojos cerrados, sintiendo lo mismo, adorarte sin decirlo, orbitando… sonriendo…

La película no termina…luego están los guiños, los parpadeos que simulan la foto especial enmarcada en el álbum de recuerdos, cejas que se anticipan a fruncirse para medir lo opuesto, lo más preciado, lo más risueño: contemplar la mirada que atraviesa el cristal más perfecto…hasta el alma y su embeleso…en medio del silencio.

Dibujo de aire. Trazar nuevos mapamundis y cartografías desde esa boca que compendia alegrías y pasiones con sus besos, entee la hondura más sublime de los planetas y sus ecos de horizonte.

Aparecen las comisuras, y está el acto de sonreír por debajo de las yemas de los dedos…creando y recreando reinventando ese panorama de cielos mientras la sonrisa alimenta a la piel, a la carne, al salvaje deseo…

Respirarte desde la cerviz…olerte hasta que el universo de rinda ante tu nombre y esa sea la verdadera respuesta. Redimirnos en el susurro de amor y su permanencia eterna…filosofamos en la metafísica de los seres que mutan hacia regiones más transparentes, cosmovisiones de amantes alados, múltiples y constelados…celestialmente enamorados…

Ars Amandi…hicimos el amor y los puntos cardinales escribieron su fábula de sueños…lechuza y lechuzo seguían leyendo el libro de su cronopio y real amor…