
Sostener una mirada como un dique que no se rompe, símbolo seguro y firme con el que se enhebran letras. Me apercibo y te percibo con ese temblor sublime propio de los escapes y las fugas del tiempo de los relojes. Adrenalina. Nuestros corazones se aceleran y se sincronizan en un mismo pulso. Hechos y palabras que confluyen en un mismo río, esperando el próximo sendero que nos separe y nos reencuentre hacia el mar, en un lenguaje dulce y salado sin temores por los sueños que, mágicos, los volveremos a soñar mañana.
Y sonreír, encontrarte en acrósticos, noche inacabable de luna, y con el brillo del sol seguir coleccionando estrellas solo para el deleite de una locura tan perfecta que es ese atesorarse en latidos. Viajamos a través de comas, puntos seguidos y puntos suspensivos. ¿Alguien se atreverá a poner el punto final? Soñar no es un crimen y tampoco hay culpables ni sospechosos habituales. Soñar tácitamente es otro delirio durante las confidencias del deseo puro, el azul más perenne de todo aquel cuarzo que se refleja en los múltiples espejos del alma arcoíris.
El golpe llegó como un roce de manitos cansadas que buscan dispersarse solo por un instante, para eternizarse en un perfume. Era el perfume de un rostro. Un perfume que se respira en la captura de las fotografías del archivero de recuerdos, tan solo con cerrar los ojos. La mente y sus grandilocuencias elocuentes en momentos oportunos.
La pregunta inevitable que no se dice, aunque se piense: ¿Qué nos ha hecho para merecer este obsequio, esta virtud que vuela alto y libre? La respuesta está en sus ojos, en la mirada que no se aparta y se retiene sin dudas ni miedos, mientras los puños se saludan amables en un gesto pandémico que va por debajo, más allá del secreto. ¡Hola, Usted! Sonría por encima del tapabocas. Usted puede. Nosotros esperamos la cachetada para volver a ser. Volver a ser.
- “Debe dormir. Ya es tarde”.
- «En lo último tiene razón. Ya es tarde. Poetry. Un atrevido Ars Amandi vino para quedarse sine die. Gracias al fuego, gracias al hielo. Gracias a usted».